El conocido refrán que titula esta foto, es lo que le ocurrió a la gente de Micro Ómnibus Nueva Pompeya, oepradores de líneas urbanas en Necochea, quienes compraron este Zanello reformado y recarrozado y les duró un suspiro. El coche pertenecía a la empresa Montemar al momento de pasar a formar parte del Grupo El Rápido. Ante su avería constante, fue transferido a la línea 221, también parte del grupo, donde circulaba como refuerzo en temporada y cuando funcionaba...
Se ve que le gustó su aspecto a los transportistas necocheenses y lo compraron, sin tener en cuenta el bajo rendimiento del coche. Fue pintado con los colores de su nueva dueña y habría durado nada más ni nada menos que ¡tres días! Suponemos que la transferencia del pobre Zanello ni llegó a realizarse, y el coche volvió a Mar del Plata, donde no le quedó otra que volver a reforzar a la 221 en la temporada 2012. A pesar de esto, al momento de la foto el coche nuevamente estaba averiado...
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