Un día como hoy, pero hace exactamente 10 años atrás, muchos nos dirigimos hacia la parada del 78 para tomarlo, acostumbrados a una larga espera, pero sin saber que en algunos casos, sería eterna.
Empresa de Transportes Los Andes S.A.C. operaba al menos desde fines de la década de 1940, uniendo la San Martín con Chacarita, bajo un permiso municipal del partido que homenajea al gran libertador de América.
Supo expanderse con el correr de los años, hacia Loma Hermosa y también hacia Villa Adelina, desdoblando un ramal más.
Llegaron los duros años 90 para el transporte, y Los Andes no pudo escapar a la regla. A partir de la segunda mitad de la década, empezó a deteriorarse el servicio. Las unidades 0km dejaron de comprarse y empezó una gran catarata de coches usados, de diversas procedencias y diferentes estados de conservación.
Al terminar la década, algunos de sus socios vendieron sus participaciones a gente de la línea 34, la cual en un primer momento levantó la imagen de la 78, pero por detrás no hacía lo correcto.
Muchos de los coches de la 78 original, fueron vendidos flojos de papeles y eso empeoró las finanzas de nuestra querida 78.
Muchos de los coches de la 78 original, fueron vendidos flojos de papeles y eso empeoró las finanzas de nuestra querida 78.
Al iniciar la década del 2000, la empresa ya estaba sumergida en una gran crisis, quizás en una mayor escala del mal momento que vivía el país en ese entonces. Un puñado de coches 0km y varios usados, fuero lo último en entrar a la 78 roja y ORIGINAL.
En el 2002 se paralizaron las incorporaciones de coches, y la flota de Los Andes no hizo otra cosa que empezar a restar, ya sea por coches vencidos debido a la antigüedad, como también coches de modelos semi-recientes que yacían a medio desguazar en sus galpones.
El 18 de agosto de 2004 se empezó a escribir el agónico final de esta gloriosa empresa, mediante un sabotaje gremial que dañó muchos de sus coches. Esa fría mañana la 78 se ausentó de las calles, y estuvo en ese estado por 18 días.
El 5 de septiembre, volvió la 78 a las calles, a punto de vencerse su permiso por abandono de recorrido, el cual había sido forzado por el sabotaje. Con muchísimo esfuerzo, se lograron reparar al menos 30 coches, a los que se le sumaron algunos alquilados a la empresa MOGSM para llegar a las 40 unidades en calle, y así prestar un servicio aceptable.
Aparentemente, este regreso, vino con socios nuevos, los cuales aportaron coches usados para la 78. Estas unidades nunca lucieron el clásico corte rojo de la 78, circularon con sus colores de origen.
La presión gremial y el desinterés de algunos socios, llevaron a la 78 a vivir sus últimos 6 meses de agonía, llegando al final de sus días con un servicio casi fantasma, operado por menos de 15 unidades.
Finalmente, el 8 de marzo de 2005 se vieron los últimos coches de Los Andes circulando, cerrando una historia de casi 6 décadas.
Los Constituyentes reestableció el servicio con un pésimo servicio, el cual aún sigue siendo desastrozo. El ramal azul X CHARLONE nunca fue reestablecido a pesar que en la CNRT sigue figurando como activo.
Y en la zona de Chacarita algunas de sus paradas, quedaron sin respetarse.
Mientras tanto, poco y nada queda de la recordada 78.
En el 2002 se paralizaron las incorporaciones de coches, y la flota de Los Andes no hizo otra cosa que empezar a restar, ya sea por coches vencidos debido a la antigüedad, como también coches de modelos semi-recientes que yacían a medio desguazar en sus galpones.
El 18 de agosto de 2004 se empezó a escribir el agónico final de esta gloriosa empresa, mediante un sabotaje gremial que dañó muchos de sus coches. Esa fría mañana la 78 se ausentó de las calles, y estuvo en ese estado por 18 días.
El 5 de septiembre, volvió la 78 a las calles, a punto de vencerse su permiso por abandono de recorrido, el cual había sido forzado por el sabotaje. Con muchísimo esfuerzo, se lograron reparar al menos 30 coches, a los que se le sumaron algunos alquilados a la empresa MOGSM para llegar a las 40 unidades en calle, y así prestar un servicio aceptable.
Aparentemente, este regreso, vino con socios nuevos, los cuales aportaron coches usados para la 78. Estas unidades nunca lucieron el clásico corte rojo de la 78, circularon con sus colores de origen.
La presión gremial y el desinterés de algunos socios, llevaron a la 78 a vivir sus últimos 6 meses de agonía, llegando al final de sus días con un servicio casi fantasma, operado por menos de 15 unidades.
Finalmente, el 8 de marzo de 2005 se vieron los últimos coches de Los Andes circulando, cerrando una historia de casi 6 décadas.
Los Constituyentes reestableció el servicio con un pésimo servicio, el cual aún sigue siendo desastrozo. El ramal azul X CHARLONE nunca fue reestablecido a pesar que en la CNRT sigue figurando como activo.
Y en la zona de Chacarita algunas de sus paradas, quedaron sin respetarse.
Mientras tanto, poco y nada queda de la recordada 78.
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